En una jornada cargada de emociones, el colectivo Menos Turismo, Más Vida ha decidido dar un paso al frente. ¿La razón? Parar un bus turístico en plena Palma para hacer visible la realidad que muchos queremos ignorar: la masificación que ahoga nuestra hermosa isla. Con pancartas y mucha energía, se lanzaron a las calles con un mensaje claro: basta ya.
Una protesta necesaria
No es solo un problema de espacio; es una cuestión de vida y respeto hacia nuestra tierra. La isla está saturada y los mallorquines lo sienten en cada rincón. Por eso, esta acción no fue solo simbólica. Fue un llamado a todos nosotros para reflexionar sobre el tipo de turismo que queremos.
A medida que avanzaba la protesta, las voces se alzaban más fuertes. «Queremos un turismo sostenible», gritaban algunos manifestantes, mientras otros compartían historias sobre cómo sus barrios han cambiado debido a este fenómeno del monocultivo turístico. No se trataba solo de detener un bus; era una declaración de amor hacia Mallorca y su gente.
Así que la próxima vez que veas esos autobuses abarrotados o escuches el ruido ensordecedor en las calles, recuerda que hay quienes luchan por preservar la esencia de nuestra casa. Porque aquí no estamos solo para recibir turistas; estamos aquí para vivir.