En un momento en que la educación está en el punto de mira, ha emergido una nueva plataforma que defiende con uñas y dientes la enseñanza pública y el uso del catalán. Los centros educativos que se han sumado a este manifiesto de la Assemblea de Docents están dando pasos firmes hacia un objetivo claro: proteger lo que es nuestro.
Una lucha colectiva
A medida que avanza esta iniciativa, las camisetas verdes, símbolo de resistencia, comienzan a llenar las calles. Desde Cort, escuchamos voces como la de Tomeu Mora, quien nos recuerda lo difícil que ha sido mantener su negocio a flote mientras lidia con prejuicios sobre los precios. “Tuve que deshacerme de toda apariencia de caro para atraer a los clientes”, confiesa. Pero no todo es fácil; desde Vox llegan críticas directas contra estos educadores: “Si no fuera por el conseller, estarían todos expedientados y echados a la calle”. En medio de esta tempestad, los docentes continúan alzando sus voces en favor de una educación inclusiva y accesible para todos.