La noticia ha llegado como un jarro de agua fría: José Enrique Serrano, quien fue el mano derecha de los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, ha fallecido. Un personaje clave en la política española, su partida deja un vacío difícil de llenar en un mundo cada vez más polarizado.
Un legado que perdura
Serrano no solo se limitó a ser un político; fue un artífice detrás de muchas decisiones que moldearon la España moderna. Su capacidad para navegar por las aguas turbulentas del poder lo convirtió en una figura respetada y temida a partes iguales. Recordemos sus palabras: «En la política, lo más importante es escuchar a la gente». Y vaya si lo hizo.
Pero su legado va más allá de los despachos ministeriales; habla de una época donde el diálogo era posible. En tiempos en los que parece que todos tiramos hacia nuestro lado sin mirar atrás, su vida nos recuerda la importancia de trabajar juntos por un futuro mejor. Desde aquí, enviamos nuestras condolencias a su familia y amigos en este momento tan difícil.