El servicio de emergencias 112 ha alzado la voz y ha dejado claro que está sufriendo una falta alarmante de personal. La realidad es que solo cuentan con la mitad de los trabajadores necesarios para atender adecuadamente a la población. Esto no es un simple aviso; es un grito desesperado por ayuda.
Una carga laboral abrumadora
La situación se ha vuelto insostenible, y quienes están al frente son los primeros en notarlo. No se trata solo de números; cada llamada que no se puede atender a tiempo podría ser una vida en juego. Los profesionales del 112 llevan semanas trabajando al límite, haciendo malabares entre tantas emergencias que el estrés ya pasa factura. ¿Hasta cuándo podemos seguir así?
Mientras tanto, las Kellys de las Balears siguen sumando horas en sus trabajos más allá de los hoteles, tratando de sobrevivir en un entorno donde parece que todo vale menos el bienestar de sus trabajadores. En este contexto, los ciudadanos han salido a protestar para exigir unos sueldos dignos que realmente compensen el elevado coste de vida en nuestra tierra.
No podemos quedarnos callados ante esta realidad. La comunidad tiene voz, y debe hacerse escuchar porque el futuro depende de nosotros.