La playa de Cala Millor, ese rincón del Mediterráneo donde tantos buscan relax y diversión, se convirtió el otro día en escenario de una tragedia que nos deja sin palabras. Un hombre, cuyo nombre aún no ha sido revelado, perdió la vida tras ahogarse en sus aguas. La noticia ha dejado a todos con el corazón encogido, recordándonos lo frágil que es la vida.
La sombra del turismo masivo
Mientras tanto, desde CCOO no han dudado en señalar que esta situación no es un hecho aislado. La masificación turística, ese fenómeno que parece haber llegado para quedarse, está generando una alarmante falta de mano de obra y condiciones laborales cada vez peores. Nos preguntamos: ¿hasta cuándo seguiremos tirando a la basura lo que realmente importa?
A medida que las playas se llenan hasta los topes, surgen voces críticas como la de Manuela Cañadas de Vox, quien opina sobre la lengua mallorquina afirmando que es anterior al catalán. Pero más allá de debates lingüísticos o políticos, hay una realidad palpable: debemos cuidar nuestro entorno y nuestra comunidad antes de que sea demasiado tarde.
Aunque el sol brille intensamente sobre nuestras costas, es fundamental reflexionar sobre el futuro que queremos construir. No podemos permitir que el turismo desmedido nos haga olvidar lo esencial: nuestra calidad de vida y nuestras tradiciones.