El 15 de junio será un día clave en Mallorca. La comunidad se alza contra la masificación turística que asola nuestras islas. No es solo una fecha más en el calendario, es un grito colectivo que resuena entre los habitantes de nuestros pueblos, quienes ven cómo su hogar se convierte en un parque temático para turistas. Cada rincón de la isla está saturado y muchos ya están cansados de ver cómo se tiran a la basura las tradiciones y la esencia mallorquina.
Una lucha por nuestro futuro
Los pueblos más afectados son testigos del fenómeno del ‘monocultivo turístico’, donde cada vez hay menos espacio para la vida local y más para el turismo desenfrenado. Desde Calvià hasta Magaluf, las calles están llenas de anuncios que promueven un lugar que ya no existe realmente. ¿Dónde queda lo auténtico? ¿Acaso no deberíamos cuidar lo que tenemos?
A medida que se acerca el día de la manifestación, el sentimiento en el aire es palpable. Muchos esperan poder alzar sus voces y reivindicar un equilibrio entre desarrollo económico y respeto por nuestra cultura. Esta no es solo una pelea por espacios o recursos, es una defensa del estilo de vida mallorquín.