Imagina un centenar de personas, todos ellos con la misma preocupación en el corazón, manifestándose por una causa que nos toca a todos: el cierre de una granja de gallinas que ha desatado la controversia. Esto no es solo una historia sobre aves; es un reflejo de una sociedad cansada de soluciones a medias. En nuestra búsqueda por un lugar donde vivir, ¿realmente creemos que construir más pisos es la única salida? La respuesta parece clara para muchos.
Una crisis que no se resuelve con ladrillos
En otro rincón de Ciutadella, cerca de 2.000 personas se quedaron sin luz debido a una apagada eléctrica. Este incidente podría ser solo un mal día para algunos, pero para otros representa la fragilidad del sistema en el que vivimos. Mientras tanto, seguimos viendo cómo el monocultivo turístico arrasa nuestro entorno y nuestras vidas. En Mallorca, cada vez son más los ciudadanos que levantan la voz contra esta situación insostenible.
Y mientras algunos intentan ocultar sus problemas bajo imanes o se deslizan hacia el abismo con ‘telepollo’ de cocaína, nosotros nos preguntamos: ¿qué futuro queremos? La comunidad educativa ya ha avisado: ¡el ruido va en aumento! Entre tanto caos, queda claro que lo único realmente peligroso aquí es nuestra indiferencia ante lo que está pasando.