En el corazón de las Islas Baleares, la polémica ha estallado en torno a la granja Avícola Son Perot. La organización Satya Animal ha alzado la voz y denuncia que la Conselleria está avisando con antelación sobre las inspecciones. Esto, ¿acaso no es un chiste? Con esta práctica, lo único que están logrando es facilitar que se ‘arreglen’ las cosas antes de que lleguen los inspectores.
Una situación insostenible
Verónica Matta, una reconocida antropóloga, también se ha pronunciado al respecto. Ella recuerda cómo en tiempos de los faraones existían normas para garantizar el bienestar animal. Y aquí estamos nosotros, discutiendo si esto es justo o no. Nos preguntamos: ¿qué clase de sociedad queremos construir?
Parece un ciclo interminable donde todos nos sentimos impotentes. Por otro lado, el Govern asegura que ha visitado la granja más de veinte veces y nunca han encontrado lo denunciado. Entonces, ¿dónde está la verdad? En este juego de acusaciones y defensas perdemos todos: los animales y nosotros como ciudadanos preocupados por su bienestar.
El tema no puede quedar ahí; necesitamos respuestas claras y soluciones efectivas. No podemos seguir con este monocultivo turístico que ignora lo esencial: el respeto hacia todas las criaturas que comparten nuestro entorno.