La situación en Eivissa se ha vuelto insostenible. Tres expedientes han sido abiertos contra varias empresas de ‘party boat’ que, como si nada, han estado tirando residuos en lugares prohibidos. Y aquí no estamos hablando de un simple despiste; se trata de una falta grave que pone en peligro nuestro entorno y la calidad de vida de los que vivimos aquí.
La comunidad se alza
Nosotros, como comunidad, no podemos quedarnos callados ante este abuso. Las autoridades han actuado al fin, pero muchos nos preguntamos: ¿por qué ha tenido que llegar a este punto? Mientras tanto, los residentes están viendo cómo sus playas y su entorno natural sufren por la codicia de unos pocos. Es hora de poner freno a esta locura del monocultivo turístico y proteger lo que es nuestro.
A medida que avanza la investigación, queda claro que el compromiso con el medio ambiente debe ser inquebrantable. No solo se trata de proteger nuestras costas, sino también de garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras. Así que unámonos y exijamos responsabilidades: ¡no podemos permitir que nuestra casa sea tratada como un basurero!