Imagínate un día cualquiera en una clase, los alumnos listos para aprender, pero… ¡sorpresa! El internet ha caído. Así es, eso está pasando en muchos centros educativos de las Balears. Los profesores se encuentran con la necesidad de recurrir a lo más básico: papel y boli. Una situación que, aunque parezca de otro tiempo, se ha vuelto el pan nuestro de cada día.
Una crisis que nos afecta a todos
Los estudiantes no pueden acceder a recursos online ni seguir las clases virtuales. Es como si estuviéramos retrocediendo años en la educación moderna. Y mientras tanto, Idoia Ribas, diputada local, ha decidido desvincularse de Vox. Todo un revuelo social por aquí y por allá.
A medida que el tiempo pasa, la frustración crece entre los padres y educadores. Todos quieren lo mejor para sus hijos y ver cómo tiran a la basura herramientas que deberían facilitar el aprendizaje es desesperante. ¿Y qué decir del 71% de estudiantes que no han votado? Cada vez parece más claro que hay un desinterés creciente por participar en asuntos importantes.
Así está la situación educativa: entre el caos digital y decisiones políticas cuestionables. La comunidad necesita respuestas y soluciones rápidas; volver al pasado no es una opción viable si realmente queremos avanzar hacia un futuro donde nuestros jóvenes estén preparados para enfrentar cualquier reto.