En una situación que nos deja con la boca abierta, un asombroso 71% de los estudiantes han decidido no participar en las elecciones por Jaume Carot. A pesar de este panorama, parece que Carot seguirá al frente como rector de la UIB, aunque haya cosechado un preocupante 46% de votos en blanco. ¿Dónde está el compromiso de nuestra juventud?
Un eco del descontento estudiantil
A medida que las aulas se llenan de tensiones y conflictos familiares que explotan en nuestras escuelas, es evidente que hay algo más profundo en juego. Las educadoras de 0 a 3 años, por ejemplo, siguen luchando incansablemente en huelga mientras sus demandas caen en oídos sordos. La inacción del Ayuntamiento es cada vez más frustrante y se intensifican las concentraciones para hacer sentir su voz.
Y mientras todo esto ocurre, la comunidad mira hacia un lado ante situaciones tan surrealistas como el polémico vídeo de un motorista en Palma cargado con paquetes voluminosos y una mochila de Glovo. Miguel Costa Monserrat señala: “Mucha gente piensa que esto es un combate de ‘Star Wars’ para frikis, pero lo cierto es que es muy real”.
Desde la UE hasta aquí, todos parecen tener algo importante entre manos, como revisar acuerdos o estudiar derechos humanos. Sin embargo, nosotros seguimos atrapados entre cifras y problemas locales sin resolver. El hecho de que un 30% de propietarios tenga más de dos viviendas turísticas resalta aún más el desequilibrio social al que estamos expuestos.
No podemos ignorar cómo el Consell ha decidido aumentar las subvenciones al producto local hasta los 2 millones de euros, pero hay quienes sienten que estas acciones son solo parches temporales a problemas mucho mayores. Este desinterés palpable podría ser el reflejo de una juventud desconectada; necesitamos despertar su interés y motivación antes de tirarlo todo a la basura.