La tragedia se hizo presente en el Coll Baix, donde un hombre sufrió un accidente mientras intentaba acceder a este icónico lugar. La imagen de su caída aún resuena entre los que estaban allí. A veces, nos lanzamos a la aventura sin pensar en las consecuencias, y hoy fue uno de esos días fatídicos.
Un día para olvidar
Los testigos cuentan cómo, al tratar de escalar una parte del sendero, el hombre perdió el equilibrio y cayó estrepitosamente. Una clavícula rota y un tobillo hecho trizas fueron el resultado de esa imprudente decisión. Esos momentos nos hacen reflexionar sobre la necesidad de ser más precavidos en nuestras escapadas al aire libre; ¿acaso no deberíamos cuidar más nuestra seguridad?
No es la primera vez que escuchamos historias así en esta zona. El turismo desenfrenado ha convertido parajes naturales en trampas llenas de peligros. Nos hemos acostumbrado tanto a disfrutar sin límites que olvidamos lo esencial: respetar nuestros propios límites.
A medida que se van conociendo más detalles del accidente, queda claro que necesitamos hablar sobre cómo cuidarnos mejor durante nuestras excursiones. Todos queremos disfrutar de la naturaleza, pero debemos hacerlo con sentido común. Porque al final del día, lo que importa es volver a casa sano y salvo.