En la hermosa Ciutadella, un grupo de ciudadanos ha decidido que ya es hora de actuar. La situación del acceso a la vivienda se ha vuelto insostenible y, con ello, sus esperanzas también. Este colectivo ha propuesto declarar su ciudad como zona tensionada, una medida que podría abrir puertas a soluciones reales para quienes luchan día a día por encontrar un hogar asequible.
Acciones directas y contundentes
No solo se quedan en palabras; recientemente, han lanzado pintura contra una sede del banco Santander. ¿El motivo? Acusarles de ser cómplices del genocidio palestino. Sí, lo has leído bien. Esta acción refleja la frustración acumulada ante situaciones donde el dinero parece tener más peso que las vidas humanas.
Mientras tanto, el Consell d’Estudiants no se queda atrás y exige poner freno a la creación de nuevas universidades privadas en Mallorca. Ellos saben que esto solo aumentaría las desigualdades y dificultaría aún más el acceso a la educación para todos.
Además, Colonya acaba de presentar su Memoria de Estalvi Ètic 2024, destacando su apoyo a 200 entidades sociales en las Islas. Es un claro recordatorio de que hay quienes sí están comprometidos con el bienestar comunitario.
No podemos olvidar que nuestro entorno natural también está en juego; el único pez autóctono de agua dulce en Balears está amenazado de extinción. Mientras tanto, Vox arremete contra el PP pidiendo eliminar leyes fundamentales como el Decret de mínims y la Llei de normalització lingüística, mientras que critican los rótulos en castellano que ahora dominan nuestras carreteras.
Así estamos: entre promesas vacías y acciones desesperadas, los arquitectos advierten sobre la ineficacia de las medidas habitacionales implementadas por Prohens. En este escenario incierto donde todo parece estar al borde del colapso, los ciudadanos continúan levantando la voz para exigir cambios reales y efectivos.