La crisis climática no es solo un tema de discusión entre científicos, sino que está afectando a lo más vulnerable de nuestra sociedad. Un nuevo informe señala que el aumento de temperaturas trae consigo un incremento del riesgo de partos prematuros. Y aquí nos encontramos, ¿cómo es posible que dejemos que esto suceda? La salud de nuestras futuras generaciones está en juego.
La voz de las embarazadas
Las mujeres embarazadas son quienes están sintiendo este golpe directo. En pleno verano, con temperaturas que superan los 40 grados, se enfrentan a condiciones que no deberían ser normales. “Siento que mi cuerpo no aguanta”, comenta Ana, una madre a punto de dar a luz, reflejando la angustia y el estrés por el calor extremo. Y no es para menos; en lugar de disfrutar la dulce espera, muchas se ven obligadas a lidiar con un clima hostil.
La situación es crítica y no podemos quedarnos cruzados de brazos. Desde las instituciones debemos exigir soluciones reales y efectivas, porque cada día que pasa sin acción es un día más donde el bienestar materno-infantil se pone en peligro. No podemos permitir que nuestros hijos crezcan en un mundo donde el calor sea un enemigo constante. Es hora de tomar cartas en el asunto y actuar antes de que sea demasiado tarde.