En Palma, un motorista ha atropellado a un niño de cinco años y, como si nada, se ha dado a la fuga. Este triste suceso nos deja con la sensación amarga de que la seguridad de nuestros pequeños no parece ser prioridad para algunos. La comunidad está consternada y muchos se preguntan qué medidas se están tomando para proteger a los más vulnerables.
Ayudas para las víctimas del DANA
Por otro lado, aquellos que han sufrido las consecuencias del DANA ya pueden solicitar ayudas para tomarse unas vacaciones. Es un pequeño alivio en medio del caos que se ha desatado, pero ¿realmente es suficiente? La ciudadanía clama por respuestas efectivas y no solo promesas vacías.
Los vecinos de Valldemossa están cansados. “¡Feis alguna cosa pel poble! Esto es insostenible”, exigen ante la masificación turística que ahoga su calidad de vida. Y mientras tanto, Mallorca sigue bajo alerta meteorológica: fuertes calabrujadas y tormentas eléctricas amenazan con complicar aún más la situación. Es una montaña rusa emocional para todos.
La historia no termina aquí; identificaron las restas del hermano de Aurora Picornell junto a otras cinco víctimas en Manacor y Formentera. Un recordatorio doloroso de que nuestra historia colectiva está marcada por pérdidas significativas.
Y mientras esto ocurre, el futuro turístico también se ve comprometido debido a la falta de trabajadores. Las patronales advierten sobre una temporada complicada si no se toman medidas urgentes. Todo esto plantea preguntas cruciales: ¿qué futuro queremos construir?