En un rincón de Calvià, la tranquilidad se ha visto interrumpida por una noticia desgarradora. Se investiga la presunta violación de una mujer de 90 años en una residencia, un hecho que nos deja a todos con el corazón encogido. ¿Hasta dónde hemos llegado? Esta pregunta resuena entre las paredes de nuestra comunidad, donde todos merecemos sentirnos seguros.
A medida que nos adentramos en este oscuro suceso, no podemos evitar recordar otras situaciones que han sacudido a nuestras islas. El Ajuntament de Palma ha tenido que poner freno a las obras ilegales de Can Olesa, un recordatorio más de cómo a veces se decide ignorar lo evidente.
Un problema que crece
Por otro lado, las cifras sobre los osos rentadores en Mallorca son alarmantes. Pasaron de 13 en 2013 a nada menos que 638 en 2024. Mientras tanto, otros problemas parecen quedar en segundo plano. Y para añadir más leña al fuego, tres turistas han sido detenidos por prender fuego a contenedores en Arenal, como si el respeto por nuestro entorno fuera opcional.
Nuestra sociedad se enfrenta a un cúmulo de desafíos y es hora de dejar claro que ya estamos cansados. La falta de acción frente a estas injusticias es algo que nos toca profundamente. Desde luego, nadie debería tener miedo ni ser víctima del silencio cómplice. Es hora de alzar la voz y exigir cambios reales.