En una movida que muchos esperábamos, el Ayuntamiento de Palma ha decidido poner fin a las obras ilegales que se estaban llevando a cabo en Can Olesa. Esta decisión no solo marca un precedente, sino que también refleja la preocupación de la comunidad por proteger nuestros espacios.
No podemos quedarnos callados ante situaciones así. La falta de control sobre este tipo de construcciones es un problema que nos afecta a todos. ¿Hasta cuándo vamos a permitir que se tire por la borda nuestro patrimonio y nuestra identidad?
La voz del pueblo
Muchos ciudadanos han alzado la voz, preguntándose cómo era posible que estas obras se hubieran permitido en primer lugar. Y no les falta razón; necesitamos más transparencia y menos burocracia que solo complica las cosas. Como decía uno de los vecinos: «Es increíble que hayamos llegado hasta aquí sin hacer nada».
A medida que las noticias sobre esta situación se difunden, queda claro que los mallorquines estamos cansados del monocultivo turístico y queremos espacios donde nuestras comunidades puedan prosperar. Es hora de tomar acción y asegurar un futuro más sostenible para todos.