En medio del bullicio de la Diada per la Llengua, donde todos nos sentimos llamados a salir a las calles no solo para defender nuestra lengua y cultura, sino también para proteger lo que somos como país, se escuchó un comentario inesperado. Llorenç Galmés, con su característico tono irónico, se dirigió a una consellera del PSOE preguntando: “¿Qué ha sido esto? ¿Un orgasmo silencioso?” Esas palabras resonaron como un eco entre los presentes, quienes entendieron la crítica velada detrás de la broma.
La realidad en las Balears
No podemos obviar que las Islas Baleares son el lugar donde más compran vivienda los extranjeros. Pero aquí estamos, con debates sobre el monocultivo turístico que parecen no tener fin. Mientras tanto, otros temas relevantes se cuelan en nuestras conversaciones. Por ejemplo, Marta Roig, quien sobrevivió a un trasplante de médula ósea y aún así enfrentó su Selectividad desde el hospital. Historias como la suya nos hacen reflexionar sobre lo que realmente importa.
A medida que el clima político se calienta y las campañas de Vox intentan vincular migración con delincuencia, nosotros seguimos luchando por lo nuestro. Jaume Carot de la UIB comentaba que hubiera sido positivo para nuestra democracia tener opciones diferentes en las elecciones. Y es verdad; hay tanto por hacer y mejorar en nuestra sociedad.
Así estamos, entre el deseo de atraer turistas a través de nuestra gastronomía y recordar que este lugar es más que un simple destino vacacional. Cada rincón tiene una historia que contar; cada persona lleva consigo una carga cultural inmensa. No dejemos que se nos olvide.