La Almudaina, un emblema de nuestra historia, ha sido escenario de un acto de protesta que no deja a nadie indiferente. Con spray y valentía, un grupo de artistas ha decidido plasmar su descontento sobre las paredes del monumento, convirtiendo el lugar en un lienzo lleno de mensajes que claman por la defensa de nuestra cultura frente a la saturación turística. Es como si dijeran: «¡Basta ya!».
Una realidad insoportable
Los hoteleros en las Islas Baleares han visto cómo sus precios se disparan sin compasión, mientras los trabajadores luchan por salarios dignos en medio de esta tempestad. Y no es solo una cuestión económica; CCOO lo tiene claro: «La masificación está llevando a la precarización y al empobrecimiento». Un mensaje directo que golpea con fuerza.
Aunque algunos intentan suavizar la situación con campañas llamativas como ‘Welcome to Santanyí-land’, muchos saben que esto no es más que un parche. La verdadera batalla se libra en las calles y las redes sociales, donde voces como la de Marta Roig resuenan fuerte y claro. Trasplantada de médula y estudiante valiente, dice: «Hice la Selectividad en el hospital… ¿qué futuro nos espera?». La incertidumbre es palpable.
Mientras tanto, Cort sigue intentando atraer turistas a Palma con promesas gastronómicas que parecen olvidar el verdadero problema: el bienestar de nuestros vecinos y el respeto por nuestro entorno. No podemos seguir tirando todo a la basura por unos euros más.