En un mundo donde el corte de luz parece más una norma que una excepción, el president de l’IMAS ha hecho una visita a Es Refugi. «Cap persona quedarà desemparada», aseguró con cierta solemnidad, pero la situación es mucho más compleja. La verdad es que los vecinos sienten que están pagando el precio de vivir en un país tercermundista, y no les falta razón.
Voces de desesperación
Juan Carlos Unzué, en un momento cargado de emociones, expresó lo que muchos piensan: «Es desesperant veure la poca empatia dels qui governen, estem parlant de vides». ¿Cuántas veces hemos escuchado promesas vacías? La lucha por conseguir un hogar asequible parece convertirse en una odisea interminable. Comprar un piso por menos de 300.000 euros se ha convertido en una batalla entre el esfuerzo y los oscuros caminos del dinero negro.
Además, no podemos ignorar la inquietante noticia del cadáver encontrado en una playa de Menorca. Una tragedia que nos recuerda la fragilidad de nuestra existencia y lo lejos que estamos de sentirnos seguros. Mientras tanto, otros luchan por sobrevivir como Biel Àngel Morey, quien tras quedarse sin empleo decidió montar un rocòdrom sin tener experiencia previa. Todo esto sucede mientras el Govern le pide a Sánchez que limite los vuelos hacia las Islas. Pero… ¿realmente escuchan nuestras voces?
En esta realidad llena de incertidumbres y desafíos, nos encontramos entre la indignación y la esperanza. Necesitamos cambiar nuestra narrativa colectiva si queremos construir un futuro donde cada uno cuente.