La mañana del pasado 1 de mayo se tornó oscura para muchos al conocerse la noticia de un ciclista que perdió la vida tras ser atropellado por un bus del TIB. Un hecho desgarrador que no solo acaba con una vida, sino que también deja a varios heridos, y nos invita a reflexionar sobre la seguridad en nuestras calles.
Una comunidad en luto
En el corazón de las Balears, donde la vida parece fluir con tranquilidad, estos incidentes nos sacuden y nos recuerdan lo frágil que puede ser todo. Mientras algunos disfrutan del sol y el mar, otros deben enfrentarse a la dura realidad. La pérdida del ciclista no es solo un número más; es una historia truncada, una familia desgarrada por el dolor.
A medida que se suceden los días, vemos cómo esta tragedia impacta a nuestra comunidad. La gente sale a las calles, exigiendo cambios. “¿Hasta cuándo vamos a seguir así?”, se preguntan muchos mientras miran hacia un futuro incierto. La seguridad vial es más que un tema de conversación; es una necesidad urgente.
No podemos quedarnos callados ante estas situaciones. Es hora de unirnos y exigir medidas efectivas para proteger a nuestros ciclistas y peatones. Porque cada vida cuenta y cada voz suma en esta lucha por unas calles más seguras.