El panorama de la ciberseguridad se complica cada día un poco más. Aunque los informes indican que ha habido más ciberataques, lo cierto es que su gravedad parece estar disminuyendo. Pero, ¿qué significa esto para nosotros, los ciudadanos de a pie? Los expertos advierten que hay lugares particularmente vulnerables, y no podemos permitirnos ignorarlo.
La realidad de nuestros espacios
En medio de este caos digital, hemos escuchado historias preocupantes. Por ejemplo, la trabajadora de la ORA que recibió una perdigonada y tuvo que volver al trabajo al día siguiente. La resiliencia es admirable, pero también refleja una falta de apoyo y seguridad en nuestros espacios laborales.
Aún más alarmante es lo que sucede en el sector turístico. El Hotel Formentor, tras recibir críticas por sus polémicas excursiones en todo terreno a Cala Murta, ha decidido dar un paso atrás. Esto nos lleva a cuestionarnos: ¿realmente estamos cuidando nuestro entorno natural o solo tirando a la basura nuestra herencia cultural?
Mientras tanto, los hoteleros se lamentan por haber estado por debajo de su capacidad durante la Semana Santa, argumentando que esto es “incompatible con la saturación”. Pero aquí hay una verdad incómoda: ¿no será hora de repensar este monocultivo turístico? Necesitamos un equilibrio real entre el turismo y nuestra calidad de vida.
No olvidemos las voces jóvenes que resuenan en las Islas; ellos sienten el castellano como “la lengua de todos y de nadie”. Es fundamental escuchar estas percepciones si queremos construir un futuro donde cada voz tenga cabida.