El viento sopla fuerte y, con él, llegan vientos de cambio que no siempre son bien recibidos. En un escenario donde la polarización crece día a día, la extrema derecha ha decidido dar un paso al frente para arremeter contra aquellos que buscan una oportunidad en nuestras tierras. «El mestizaje global se ha puesto en marcha», claman con fervor, como si eso fuera algo terrible. Pero, ¿realmente es así?
Un grito de alerta
Las palabras resuenan y generan ecos en las calles. Mientras algunos se aferran a su idea de pureza, muchos otros nos preguntamos qué significa todo esto. La realidad es que cada vez más personas llegan en busca de un futuro mejor y, lejos de ser una amenaza, enriquecen nuestra cultura y sociedad.
Es hora de abrir los ojos y dejar de lado el miedo. Nos han enseñado a pensar que el otro es el enemigo; pero lo cierto es que somos nosotros los que debemos aprender a convivir. Las críticas son necesarias, claro, pero deben ir acompañadas de propuestas constructivas y empatía.
No podemos permitir que el discurso del odio tire a la basura nuestros valores más fundamentales: la solidaridad y el respeto por la diversidad.