En Palma, la comunidad educativa se levanta en defensa de sus derechos. La reciente vaga en les escoletes ha puesto sobre la mesa un sentimiento que muchos compartimos: el Ajuntament ha vulnerado nuestros derechos. Y no hablamos solo de palabras vacías, sino de un auténtico clamor por parte de padres y educadores que ven cómo su voz se apaga.
Grupos como el desplai y los escoltes de las Illes están luchando con uñas y dientes para que su actividad no se detenga. Como bien dice Antoni Llabrés, representante de OCB: “Fa mesos que sembla que Vera amaga l’avaluació inicial del Pla de segregació lingüística”. Esto no son solo palabras; son gritos ahogados por una situación que cada vez parece más insostenible.
Una lucha constante por la lengua y la identidad
No podemos quedarnos callados mientras el catalán, nuestra lengua, desaparece casi por completo incluso en ámbitos académicos como las tesis doctorales. Este monocultivo turístico nos deja sin identidad, y es hora de ponerle freno. La historia nos ha enseñado que cuando una comunidad se une, puede lograr grandes cambios.
Aquí estamos, alzando nuestras voces, porque lo que está en juego es mucho más que una simple huelga; es el futuro de nuestra cultura. Juntos, somos más fuertes y tenemos la responsabilidad de luchar por lo que creemos justo. ¡No dejemos que nos quiten nuestra voz!