La vida en ses Salines está a punto de dar un giro. Guillem Mas ha sido investido como el nuevo batle y con él llega la promesa de un cambio significativo. La comunidad se siente expectante, y no es para menos; tras años de decisiones que parecían más bien tirar a la basura las inquietudes locales, ahora hay alguien al mando que escucha y responde. ¿Será este el inicio de una nueva era?
Compromiso con la comunidad
En su discurso, Guillem dejó claro que su principal objetivo es reactivar el espíritu comunitario. La idea de convertir l’Hort del rector de Llubí en un aparcamiento público puede parecer sencilla, pero detrás hay un compromiso serio por revalorizar espacios olvidados. Además, se prevé la reubicación del antiguo arco de acceso, un símbolo del pasado que muchos en el pueblo recuerdan con cariño.
Aún hay mucho por hacer; los retos son grandes y las expectativas altas. Las palabras del nuevo batle resuenan: “La participación ciudadana será clave”, y eso nos llena de esperanza. Quizás estemos ante una oportunidad dorada para cambiar las cosas y dejar atrás ese monocultivo turístico que tantos problemas ha traído a nuestra tierra.