Enric Canet, un firme defensor de la igualdad, lanza un mensaje claro y directo: «La única opción de la Iglesia es que las mujeres tomen más poder». En un momento en que el papel de la mujer en nuestra sociedad se convierte en un tema candente, su voz resuena con fuerza. Esta declaración no solo es una crítica al statu quo, sino también una llamada a la acción.
Un cambio necesario
A medida que avanzamos hacia una sociedad más justa e igualitaria, muchos nos preguntamos si la Iglesia está dispuesta a adaptarse. Canet apunta a que el cambio no solo es posible, sino imprescindible. ¿Por qué seguir ignorando el potencial de las mujeres? La historia nos ha enseñado que cuando ellas ocupan espacios de decisión, todo cambia para mejor.
No estamos hablando simplemente de cuotas o cambios superficiales; se trata de reconocer el valor real que las mujeres aportan. Y esto no solo aplica a la Iglesia, sino a todos los rincones de nuestra vida cotidiana. Nos toca cuestionar lo establecido y abrir paso a nuevas voces.