En el corazón de nuestra historia, nos preguntamos: ¿Es cierto que Sant Jordi llegó a la ciudad como líder de las tropas de Jaume I? La figura del santo, envuelta en un halo de heroicidad y valentía, sigue generando debates apasionados en Girona. Hace más de 50 años, las apariciones de la Mare de Déu dejaron una huella profunda que todavía se siente en nuestras calles.
Tradiciones que perduran
Mientras tanto, los académicos siguen retratando a este santo con admiración. Pero no todo es poesía y leyendas; también enfrentamos realidades crudas. En Palma, la situación se complica cuando vemos cómo los forasteros toman el control de nuestras tierras, como si fueran amos en su propio hogar. Y aquí estamos nosotros, cuestionándonos por qué algunos estudiantes optan por grados que parecen tener poco futuro. ¿No merece nuestra comunidad una respuesta clara?
No podemos ignorar las voces que piden representación digna y auténtica. Con cada debate sobre lo que significa ser parte de esta sociedad, parece que estamos ante una revolución cultural silenciosa pero intensa.