La situación en Menorca está al borde del colapso. El GOB, ese colectivo que siempre ha estado al pie del cañón por la defensa del territorio, ha decidido convocar una concentración masiva contra lo que ellos consideran la mayor aberración urbanística de los últimos 50 años. ¿Cómo es posible que dos de cada cinco casas en nuestra isla no sean utilizadas como residencias habituales? Esto ya no es solo un dato; es un grito desesperado.
¿A quién beneficia realmente?
Y aquí viene lo más impactante: 500 millones de euros, sí, has oído bien, el regalo del decreto a los promotores inmobiliarios. Mientras nosotros luchamos por encontrar un alquiler asequible –porque recordemos que el precio medio supera los 1.600 euros, el segundo más caro de toda España– ellos se llenan los bolsillos sin ningún remordimiento. Es hora de abrir los ojos y ver cómo nos están tirando a la basura nuestras casas, nuestras raíces y nuestra forma de vida.
Este es un momento crucial para unirnos y decir basta. Desde la plaza hasta las redes sociales, ¡no podemos quedarnos callados mientras nos arrebatan nuestro hogar! La lucha sigue y depende de nosotros cambiar esta historia.