Las educadoras de las escoletes externalitzades de Palma han decidido que ya no pueden más. Desde el próximo 28 de abril, se lanzan a una vaga indefinida, y no es para menos. La situación es insostenible, y su voz resuena fuerte entre nosotros, los que valoramos la educación como un pilar fundamental.
Un calendario escolar lleno de incertidumbres
Pero eso no es todo. Mientras tanto, se ha dado a conocer el calendario escolar 2025-2026 en las Balears, un documento que debería ser claro y accesible, pero que llega cargado de críticas sobre la gestión educativa actual. La Xarxa Educativa per la Llengua está alzando su voz contra el controvertido Plan de segregación, clamando: «No toqueu l’escola en català«. ¡Y cuánta razón tienen!
En otro ámbito, la Universidad de las Islas Baleares (UIB) ha caído en una lista poco halagüeña: figura entre las universidades públicas peor valoradas por los estudiantes en toda España. Esto plantea una pregunta inquietante: ¿qué futuro les estamos ofreciendo a nuestros jóvenes?
No podemos olvidar el drama habitacional que azota nuestra comunidad; Habtur ha señalado con dedo acusador a los hoteleros, responsabilizándolos del problema. Y mientras esto sucede, noticias del mundo nos recuerdan lo frágil que puede ser nuestro día a día.
Así estamos, con un pie en la lucha por mejores condiciones laborales y educativas y otro inmerso en una realidad donde los intereses económicos parecen prevalecer sobre lo esencial. Es hora de unir fuerzas y exigir cambios porque nuestras voces merecen ser escuchadas.