La situación de la vivienda en las Islas Baleares es un tema que nos toca a todos y que, sinceramente, no podemos seguir ignorando. La asociación Habtur ha decidido alzar la voz y apuntar con el dedo a los hoteleros, asegurando que son ellos quienes están detrás del verdadero drama habitacional que estamos viviendo. «Son los responsables de esta crisis», dicen sin tapujos, poniendo el foco sobre cómo el turismo masivo ha transformado nuestro paisaje urbano.
Una crisis que no da tregua
A medida que escuchamos historias de familias luchando por encontrar un hogar digno, se hace evidente que la especulación inmobiliaria está arrasando con lo poco que queda. Muchos se preguntan: ¿hasta cuándo vamos a permitir este monocultivo turístico? Mientras tanto, las voces críticas resuenan más fuerte cada día. Desde la calle hasta los foros políticos, el descontento crece como una marea imparable.
No se trata solo de palabras vacías; se trata de vidas reales y sueños truncados. El GOB también ha hecho eco de esta preocupación, instando a las autoridades a proteger nuestro litoral y mitigar el impacto ambiental. Pero eso no es suficiente. Los ciudadanos merecen respuestas concretas y acciones decisivas para frenar esta avalancha.
Afrontemos la realidad: el debate va más allá de la política; es una cuestión social crucial. En nuestras manos está exigir un cambio y poner fin a esta locura antes de que sea demasiado tarde.