En las aguas cristalinas de las Baleares habita una especie que muchos desconocen: los catxalots mediterranis. A pesar de ser parte de nuestro entorno, parece que su existencia se ha convertido en un secreto muy bien guardado. Un grupo de seis ayuntamientos ha decidido alzar la voz, pidiendo más que la simple Ley de Prohens para proteger y dar visibilidad a estos maravillosos cetáceos.
La importancia de conocer nuestros recursos naturales
«Son nuestros, pero la gente lo desconoce totalmente», señala uno de los representantes locales, reflejando un sentimiento compartido por muchos. No es solo una cuestión de biodiversidad; es también un recordatorio de cómo el turismo y el desarrollo pueden dejar en la sombra a estas joyas marinas. Mientras tanto, vemos cómo en Palma surgen pintadas como «Illencs fuera! Palma es dels alemanys», mostrando una tensión latente entre residentes e inversores extranjeros.
A medida que avanzamos hacia un futuro donde el turismo monocultivo amenaza con tirarlo todo a la basura, debemos recordar que hay vida más allá del ladrillo y el asfalto. La esencia balear está en su naturaleza y su gente; no permitamos que se convierta en un mero decorado turístico. El Gobierno debe escuchar este clamor y actuar antes de que sea demasiado tarde.