La trama se complica y el clima de tensión crece. Un grupo de una treintena de policías ha decidido señalar directamente a varios jueces del TSJIB, acusándolos de prevaricación en el polémico caso Cursach. Este giro inesperado pone en tela de juicio no solo la independencia judicial, sino también la confianza que los ciudadanos pueden tener en las instituciones.
Fernando García López, un nombre que resuena con fuerza, ha afirmado contundentemente: «Madrid va maquillando las cifras de la covid como si fueran listas de espera». Y es que esta situación nos lleva a preguntarnos: ¿realmente quienes deberían velar por la justicia están actuando en beneficio del pueblo o se han dejado llevar por intereses oscuros? En un contexto donde cada día surgen nuevas preocupaciones, desde la violencia hacia las mujeres hasta la lucha contra la extrema derecha, parece que hay asuntos aún más urgentes sobre la mesa.
Las voces que no callan
Mientras tanto, el 8-M se acerca y con él, las manifestaciones feministas cobran fuerza. Este año, más que nunca, es fundamental alzar nuestras voces y recordar todas aquellas mujeres que han sufrido injusticias. No podemos permitir que estas historias caigan en el olvido; debemos ser el eco de sus luchas.
A medida que avanzamos hacia un futuro incierto, resulta imprescindible reflexionar sobre lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Desde encontrar un cadáver de un joven migrante en Cala Deià hasta declaraciones preocupantes sobre defensa europea por parte de Patrick Costello, es claro que estamos inmersos en una batalla mucho más grande.
No podemos quedarnos cruzados de brazos mientras vemos cómo se desmoronan los derechos fundamentales; debemos actuar. Cada uno de nosotros tiene un papel importante en esta historia colectiva. Y aunque los tiempos sean difíciles, no perdamos la esperanza ni dejemos que otros tiren nuestras aspiraciones a la basura.