En una de esas reuniones que nos hacen sentir el espíritu navideño, el alcalde de Palma, Jaime Martínez, se reunió este lunes con los medios y concejales para brindar por estas fiestas. La atmósfera estaba tan relajada que casi podía respirarse la alegría colectiva, justo después de haber aprobado los presupuestos del próximo año. Pero claro, no todo es alegría: el alcalde dejó claro que lo que viene será intenso.
«El año que viene será divertido para vosotros», dijo entre risas, dejando caer un guiño sobre los inminentes comicios autonómicos. Con la resaca aún presente tras las elecciones en Extremadura —donde Vox ha subido como la espuma y el PSOE ha dado un buen batacazo—, Martínez nos recordó que las elecciones de Aragón y Andalucía están a la vuelta de la esquina. Un asistente incluso lanzó al aire: «¡Balears!», pero él prefirió no entrar en ese juego.
Proyectos y cultura en el horizonte
El alcalde también compartió su entusiasmo por todos esos proyectos que están en marcha y pronto verán la luz, aunque sabe muy bien lo complicado que puede ser lidiar con la administración. «Sabemos que esto es duro», añadió con sinceridad. Y ahí fue cuando pidió ayuda a los medios: Palma quiere ser elegida Ciudad Europea de la Cultura para 2031 y ya ha presentado su candidatura ante el Ministerio de Cultura. «Esperamos estar entre las tres finalistas», señaló esperanzado.
A pesar de todo, Martínez dejó claro algo importante: si no nos seleccionan, eso no significará un fracaso absoluto. Al final del encuentro, se despidió deseando unas felices fiestas a todos y augurando un 2026 cargado de noticias interesantes. ¿Quién se atreve a decir qué sorpresas nos esperan?

