En el corazón de Palma, los vecinos de Canamunt se enfrentan a una realidad preocupante. La gentrificación y la turistización de esta zona han dado un salto abismal en la última década, algo que no ha pasado desapercibido para Més per Palma. Este lunes, su portavoz, Neus Truyol, alzó la voz al señalar que todo esto es consecuencia directa de la inacción del gobierno local liderado por PP y Vox. «Lo que sucede aquí no es un accidente; es el resultado de políticas permisivas que están echando a los vecinos para beneficiar a especuladores», afirmó con firmeza.
Una crisis habitacional sin freno
Més ha pedido medidas urgentes: mediación con propietarios, incentivos para alquileres asequibles y más viviendas públicas. Sin embargo, cada vez que presentan propuestas concretas, las derechas municipales las rechazan. «Defendemos a las familias; ellos defienden los negocios inmobiliarios», criticó Truyol.
Cifras alarmantes revelan que los precios del alquiler en Canamunt se han duplicado en solo diez años. En 2015, el alquiler promedio era de 8,9 euros por metro cuadrado; hoy se dispara hasta 18,8 euros. Con un piso superando los 1.326 euros al mes, muchos se preguntan cómo podrán seguir viviendo aquí.
Añadiendo leña al fuego, fondos de inversión están comprando edificios enteros para convertirlos en lujosas residencias o boutiques turísticas. «No es solo un problema local; este fenómeno se expande como una mancha de aceite por toda Palma», recordó Truyol con preocupación.
La crítica hacia el alcalde Jaime Martínez fue contundente: «Han abandonado sus responsabilidades constitucionales para garantizar acceso a una vivienda digna». En vez de luchar contra la especulación, parece que prefieren dejarse llevar por ella.
A medida que avanzamos hacia lo desconocido en esta crisis habitacional histórica, Més resalta la necesidad urgente de un gobierno comprometido con su gente y no con intereses particulares. Es momento de poner fin a esta dinámica insostenible que amenaza nuestra comunidad.

