Este domingo, algo curioso ocurrió en la plaza Llorenç Villalonga: las vallas que el Ajuntament de Palma había colocado por motivos de seguridad alrededor de los bellasombra simplemente desaparecieron. ¿Quién se atrevería a quitar esas barreras protectoras? Desde la regidoria d’Infraestructures aseguran que ni ellos ni la empresa encargada del mantenimiento de los árboles tuvieron nada que ver con su retirada. Pero, claro, esto deja a muchos con más preguntas que respuestas.
La polémica se desata entre vecinos y autoridades
El motivo detrás de estas vallas era serio. Según un informe técnico, estos árboles presentan un riesgo para la seguridad pública y necesitan ser sustituidos. Sin embargo, esta decisión ha encontrado una fuerte resistencia entre los vecinos, quienes no ven con buenos ojos la tala de sus queridos bellasombra. Desde el Ajuntament intentan calmar las aguas recordando que esta medida obedece a criterios estrictamente técnicos y no es capricho alguno. Afirman estar comprometidos con la seguridad y lamentan que algunos colectivos traten de obstaculizar lo que ellos consideran esencial para el bienestar público.
Como si fuera poco, el informe técnico menciona que tras revisar 18 ejemplares, los expertos han llegado a la misma conclusión: los defectos son preocupantes. Y esto es especialmente alarmante considerando el aumento en la frecuencia de fenómenos meteorológicos adversos. De hecho, cada vez que hay alerta por temporal, el Ajuntament tiene que balizar toda la plaza para prevenir cualquier accidente. ¡Vaya panorama!
Pero no todo está perdido; para compensar la tala planeada, se plantarán otros 20 árboles en la plaza. Así no solo se asegura una gestión adecuada del arbolado, sino también un futuro más verde para todos nosotros. Además, desde el Ajuntament han reiterado su intención de comunicar abiertamente estos procesos a través de espacios como la Mesa Palma Verde donde se discuten estas acciones junto a diversas asociaciones y entidades vecinales.

