La plaza Llorenç Villalonga ha despertado este sábado con un aire de resistencia y esperanza. Pancartas espontáneas, escritas en inglés, han llenado el espacio con mensajes que claman al cielo: «Stop killing trees» y «This 17 trees want to stay alive». Todo esto ocurre después de que los vecinos del barrio de sa Calatrava se enteraran de que el Ajuntament de Palma había vallado la zona donde crecen estos bellasombras, dejando a todos preguntándose si realmente se pretende proteger la naturaleza o si están preparando el terreno para una nueva tala.
Desconcierto y movilización vecinal
El desconcierto entre los vecinos es palpable. La tarde del viernes, cuando comenzaron a colocar las vallas, también apareció un cartel que anunciaba obras de mejora en un parque infantil. Pero aquí viene lo curioso: muchos aseguran que «nunca ha habido un parque infantil en esta plaza». Este tipo de situaciones no hacen más que alimentar la incertidumbre.
A raíz de esto, se ha presentado un recurso reclamando la suspensión cautelar inmediata de la tala prevista. Los vecinos y la organización Amics de la Terra argumentan sobre los riesgos ambientales irreversibles y la necesidad imperiosa de cumplir con requisitos técnicos y transparencia antes de tomar decisiones tan drásticas como talar 18 árboles.
No olvidemos que ya en marzo del año pasado hubo otra tala similar en esta misma plaza. En esa ocasión, el Juzgado desestimó un recurso presentado por la Asociación Balear del Árbol (ABA), lo cual dejó a muchos con una sensación amarga sobre cómo se manejan estos temas tan vitales para nuestra comunidad.

