Este jueves, antes de que el sol asomara por el horizonte, cerca de un centenar de vecinos se congregó en la plaza Llorenç Villalonga para formar una cadena humana. Su objetivo era claro: evitar que talaran los majestuosos bellasombra, unos árboles que han dado sombra y vida a ese rincón durante entre 60 y 80 años.
Una mañana de lucha y unidad
A las siete de la mañana, los asistentes empezaron a rodear con sus brazos a estos árboles emblemáticos, mientras sonaba la conocida melodía del barco de Chanquete. “¡No nos moverán!”, gritaban al unísono, desafiando cualquier intento de cortar su conexión con la naturaleza. Con cada aplauso que resonaba en el aire fresco, se sentía cómo el espíritu comunitario crecía. Y así fue como lograron ganar un día más para los bellasombra.
En respuesta a esta movilización pacífica, los técnicos del Ajuntament de Palma decidieron retirar las señales que anunciaban la inminente tala de diecisiete árboles. Pero esto no significa que haya terminado la batalla. Los vecinos están decididos a luchar contra esta decisión del Consistorio, que ya ha hecho lo mismo anteriormente con otros cinco bellasombra, reemplazándolos por árboles jóvenes.
Según Cort, la razón detrás de este cambio es un tema de seguridad. Sin embargo, Edita Navarro, presidenta de la Associació de Veïns de Sa Calatrava, clama por buscar alternativas menos drásticas: “Preferimos phytolaccas y una plaza más pequeña que no perder nuestros árboles”. La comunidad no solo quiere preservar su entorno natural; también exige que se consulten más voces expertas antes de tomar decisiones tan severas.
Entre risas y anécdotas sobre lo temprano del encuentro -“Ochenta y ocho personas a las siete de la mañana y eso que no había churros”-, quedó claro que esta lucha sigue viva. Están listos para convocarse nuevamente si es necesario; incluso temen que puedan intentar llevar a cabo la tala “a escondidas”. Para ganar tiempo en este proceso, algunos asistentes han llevado medidas cautelares ante el juzgado pidiendo informes alternativos sobre el estado real del arbolado. Además, el GOB ha puesto en marcha una cuenta bancaria para recaudar fondos destinados a cubrir el coste del informe necesario: 1.700 euros.
La unión hace la fuerza y hoy más que nunca los vecinos lo saben.

