Este miércoles, la historia de la torre islámica del Baluard de Sant Pere dio un giro inesperado. Tras un derrumbe significativo, el Ajuntament de Palma no perdió tiempo y envió a un técnico para evaluar los daños. Y es que ya había planes sobre la mesa para rehabilitar este importante elemento patrimonial a principios del próximo año.
Una situación crítica que se veía venir
La portavoz del equipo de gobierno, Mercedes Celeste, fue clara al respecto: «Se continuará con el proyecto de reparación y se ha activado urgentemente un plan de estabilidad del muro». Un técnico se encuentra trabajando en esto, analizando los riesgos y buscando las medidas adecuadas. Sin embargo, lo preocupante es que este no es un problema nuevo; hace ocho años que ARCA lleva denunciando el mal estado de esta torre. Mientras tanto, el Consell de Mallorca ya había advertido sobre el deterioro en septiembre pasado, enviando informes a Infraestructuras donde confirmaban la gravedad del asunto.
Cabe destacar que desde hace dos años están trabajando en un proyecto para remodelar el Baluard de Sant Pere, pero lo cierto es que estos procesos son complicados y llevan su tiempo. «Son proyectos complejos y deben seguirse rigurosamente las pautas», explicó Celeste, mientras nosotros nos preguntamos: ¿hasta cuándo vamos a permitir que nuestro patrimonio se siga cayendo a pedazos?

