La inquietud se ha apoderado de los vecinos de Cas Capiscol y el Amanecer, quienes ya no pueden más con la creciente sensación de inseguridad que invade sus calles. Por eso, este viernes 12 de diciembre, más de un centenar de residentes se darán cita en el patio del colegio para hacer ruido, literalmente. Con cacerolas en mano, quieren dejar claro que exigen soluciones inmediatas a una problemática que les toca muy de cerca.
Convocada por la AMIPA del CEIP Cas Capiscol y la Asociación de Vecinos, esta concentración se llevará a cabo entre las 8:50 y las 9:10 horas. Aquí no solo estarán los que viven el día a día del barrio; también aquellos que han sufrido robos, agresiones e incluso acosos. La situación es insostenible y hay un culpable claro: la antigua cárcel de Palma. Su abandono ha creado un verdadero caldo de cultivo para la delincuencia, donde lo que debería ser un hogar se ha convertido en un foco de problemas.
Cansados del silencio, exigen acción
Biel González, presidente de la Asociación de Vecinos, hace un llamamiento urgente a la unidad vecinal. «Entre todos hacemos barrio», repite con esperanza mientras anima a los residentes a alzar su voz pacíficamente para visibilizar esta grave situación. Y no solo ellos sufren; también los niños del CEIP Cas Capiscol han sentido el impacto directo: su rutina escolar ha cambiado por completo debido a la presencia constante de personas problemáticas alrededor.
A medida que avanza esta historia en Cas Capiscol, queda claro que los vecinos están decididos a luchar por su seguridad y bienestar. Ya es hora de que las autoridades escuchen sus gritos desesperados y actúen antes de que sea demasiado tarde.

