Palma

Rafa y Pedro: La lucha de dos inquilinos en es Carnatge por su hogar

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Desde hace años, los viandantes que recorren la zona de es Carnatge no pueden evitar fijarse en una antigua construcción que parece resistirse al tiempo. Esta casa, situada en un entorno protegido y con vistas al mar, fue en su día un matadero, pero ahora solo queda la ruina tras años de abandono y vandalismo. Su último propietario se rindió ante la desidia, dejando este lugar a merced del destino. Y aquí es donde entran Rafa y Pedro.

Una vida entre sombras

Estos dos ‘vecinos’, como ellos mismos se definen, han encontrado un refugio en este edificio deteriorado. Aunque algunos podrían tacharles de okupas, ellos prefieren verse como guardianes de un espacio que ha visto días mejores. “No estamos aquí por gusto”, dice Rafa, un mallorquín con manos de trabajador de la construcción que lleva más de un año viviendo entre las paredes que otros han olvidado. Con una toma de agua cerca, optan por no usarla para no tener problemas; “respetamos el lugar”, aseguran.

Su hogar está decorado con cuidado: cortinas improvisadas, sombrillas y hasta placas solares para aprovechar algo de energía. Pero no todo es tranquilidad; la presencia de ciertos grupos puede poner en peligro su paz. “Nos preocupan los argelinos”, confiesa Pedro con seriedad. Las burlas y provocaciones son moneda corriente para ellos desde que algunos jóvenes han comenzado a acercarse a su hogar.

“Vamos a defender esta casa porque si nos vamos, se cuelan”, añade Rafa mientras recuerda noches tensas cuando la Policía Nacional ha tenido que intervenir buscando a aquellos intrusos. Esta lucha por preservar lo poco que tienen refleja el espíritu resistente de ambos hombres: “Cuidamos lo que tenemos”. A pesar del riesgo constante y los momentos difíciles, estos dos inquilinos mantienen viva una historia digna en medio del caos.

Ambos hombres claman por ser reconocidos como parte del tejido social antes que ser etiquetados como okupas: “Somos gente honrada y trabajadora”. En sus corazones llevan el deseo de revitalizar esta casa olvidada; después de todo, sueñan con ver algún día transformado este espacio en algo útil para todos.

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