Este viernes, el Ajuntament de Palma ha tomado una decisión que podría cambiar la vida de muchas familias: se han firmado las escrituras para construir los primeros pisos de alquiler a precio limitado, una medida que busca aliviar la carga de quienes luchan por encontrar un hogar asequible en la ciudad. El concejal de Urbanismo, Óscar Fidalgo, no solo estampó su firma ante notario, sino que también dejó claro su compromiso con la transparencia y el bienestar social.
Un acuerdo que respalda a los inquilinos
Junto a las escrituras, se incluyó una adenda que promete dar más claridad en cómo se gestionarán estas viviendas. Una de las cláusulas más destacadas es que el IBI lo asumirá completamente la empresa adjudicataria, lo cual es un alivio para quienes buscan estabilidad y no quieren sorpresas desagradables en sus facturas. Además, esta empresa deberá justificar todos los gastos posibles ante el Ajuntament, presentando presupuestos anuales detallados y reportes económicos supervisados por técnicos municipales.
La meta es simple pero poderosa: garantizar que cada gasto relacionado con el mantenimiento y los servicios comunes esté bien documentado desde el principio. Fidalgo subrayó: «Con este gesto, reafirmamos nuestro compromiso social y agradecemos a la empresa su disposición para aclarar cualquier duda sobre cómo se manejará todo esto». Esto viene como respuesta a las críticas lanzadas por el PSOE sobre posibles precios abusivos, sugiriendo cifras cercanas a 1.600 euros al mes.
Las parcelas elegidas están ubicadas en Camp Redó y Son Ferragut, donde se construirán un total de 166 viviendas para alquiler. Según lo previsto, los precios oscilarán entre 600 y 1.000 euros dependiendo del nivel de eficiencia energética y otros factores relevantes.
Es interesante notar que al menos un 30% de estas viviendas estarán reservadas para jóvenes menores de 35 años, mientras que otro 10% será destinado a personas mayores de 65 años y otro 10% a familias monoparentales. Para optar por uno de estos pisos hay requisitos claros: residir empadronado en Palma durante al menos cinco años o siete si vienes de otros municipios.