En Son Sardina, la incertidumbre ha comenzado a hacer mella entre los vecinos tras descubrir que el solar de Can Pesquet ahora luce un cartel de Solvia que anuncia su disponibilidad para la venta. No hace mucho tiempo, este terreno estaba bajo la tutela de otra entidad bancaria. La Asociación de Vecinos de Son Sardina y la Assemblea Popular Son Sardina i Sa Garriga han recordado con desazón que el Ajuntament se comprometió en mayo de 2024 a expropiar o adquirir este espacio con el fin de transformarlo en una nueva plaza pública.
Una venta que no se esperaba
Este solar, que abarca 1.751 metros cuadrados, tiene un precio marcado de 180.700 euros, aunque la inmobiliaria lo presenta como negociable en su página web. A medida que avanza la historia, los residentes se sienten cada vez más inquietos al ver cómo el terreno «cambia de manos», pasando «de un fondo buitre a otro», mientras el Ajuntament permanece en silencio respecto a la nueva ley del suelo en Palma. Esta ley podría dar pie a que se construyan promociones privadas justo ahí donde ellos ven una oportunidad para algo vital: un espacio público.
La venta del solar ha sido calificada por los vecinos como un verdadero «descrédito» hacia las promesas del gobierno municipal actual. En repetidas ocasiones, les han asegurado que había intenciones firmes por parte del consistorio para hacerse con ese terreno tan esperado. Sin embargo, ahora se encuentran ante una pancarta inmobiliaria que despierta sentimientos encontrados; rabia e incomprensión son solo algunas emociones que afloran entre ellos.
Han luchado por este espacio: hace poco organizaron una impresionante cadena humana alrededor del perímetro para demandar su uso como plaza pública y como sede de un casal de barrio. Los vecinos acusan al Ayuntamiento (Cort) de «permitir especulaciones» sobre Can Pesquet y critican cómo están dejando escapar una oportunidad esperada durante décadas por todos ellos y sus asociaciones locales. Exigen acción inmediata y piden cumplir lo prometido: convertir ese terreno en municipal «sin más excusas ni dilaciones». Para ellos, es hora de tomar cartas en el asunto.