En una jornada marcada por la tensión y la incertidumbre, las asociaciones de vecinos de Palma no se han quedado calladas. Durante el pleno del Ayuntamiento, celebrado este jueves, han puesto sobre la mesa sus inquietudes acerca del polémico plan de vivienda propuesto por Cort. Con un claro mensaje, han cuestionado: «¿Qué familia trabajadora podrá asumir ese precio?»
Una falta de diálogo que preocupa
El regidor de Urbanisme, Óscar Fidalgo, escuchaba atento mientras los representantes comunitarios expresaban su malestar por la escasa información y participación en este proyecto. Las entidades criticaron que el plan no promete realmente viviendas asequibles y denunciaron cómo se ha iniciado la recalificación de solares sin contar con ellos. Estos terrenos son dotacionales, es decir, deberían estar destinados a equipamientos para mejorar los barrios, algo que preocupa enormemente a los vecinos ante el déficit actual de servicios.
A pesar de sus solicitudes para retirar ciertos puntos del orden del día, el equipo de gobierno hizo caso omiso y aprobó la modificación relacionada con siete solares gracias a los votos favorables del PP y Vox. Esta fase dos del plan busca edificar pisos en suelos municipales cedidos durante 75 años a promotores a cambio de construir viviendas sin costo alguno para el Ayuntamiento. Sin embargo, lo que debería ser una solución habitacional parece más un negocio jugoso.
Los solares afectados incluyen áreas en Coll d’en Rabassa, Son Rapinya, S’Olivera y otros lugares donde antes estaban proyectados espacios deportivos o educativos. Los vecinos de Son Rapinya están especialmente alarmados: «Esto rompe acuerdos alcanzados hace décadas y pone en riesgo nuestras escasas dotaciones», afirmaron indignados al enterarse por los medios sin haber sido consultados previamente.
Aparte de esto, los precios propuestos para estas nuevas viviendas son igualmente alarmantes. Con cifras que rondan hasta los 1.600 euros mensuales entre gastos varios como IBI y comunidad, María Luisa Bonache, representante vecinal, no pudo contener su frustración: «Esto no es una política social ni accesible; huele más a especulación».
A pesar de que desde el PP tacharon esas cifras como un bulo —aunque provienen directamente del expediente— la Federación ha exigido respuestas claras sobre las expectativas económicas reales. El vicepresidente Biel González del Valle demandó transparencia: «Si estos cálculos son erróneos tras ganar la licitación, ¿cuáles son las cifras correctas? Nadie sabe qué significa ‘lo que diga la ley’ en términos concretos».
De todos los solares presentados inicialmente solo se ha retirado uno tras conversaciones con el CEIP Son Serra debido a planes futuros por parte del Govern. Pero esto apenas calma las aguas; hay muchas preguntas aún en el aire.