Este miércoles, los miembros de la Plataforma d’Alternativa al Port se embarcaron en el llaüt Alzina, listos para ver de cerca las zonas que se verán afectadas por el controvertido proyecto del puerto de Palma. En su visita a la sede de la Autoritat Portuària de Balears (APB), presentaron una alternativa que contrasta con la idea original, proponiendo un enfoque más sostenible y consciente.
Una visión distinta
Jaume Garau, uno de los rostros visibles de esta plataforma y miembro activo de Palma XXI, no se anduvo con rodeos: «Hemos elaborado una propuesta que busca mejorar lo que ya se ha presentado. La idea es alarmante; se prevé un crecimiento poblacional desmesurado, ¡300.000 nuevos habitantes en Palma! Eso significaría un caos total en movilidad marítima y nuevas estructuras, algo insostenible».
Acompañado por Joan Rebassa de la Federació d’Associacions de Veïns y el arquitecto Joan Riera, Garau enfatizó la importancia de no malgastar tierra ni recursos en el muelle del Moll Vell. «No hace falta tirar toneladas de escombros cuando ya tenemos espacios útiles», afirmó. Con ese objetivo claro, han solicitado a la APB poder presentar su alternativa a los vecinos antes de septiembre.
Joan Riera también aportó su granito de arena al debate: «Queremos hacer algo positivo. Tomamos como base el proyecto actual pero le damos un giro hacia lo sostenible y económico. Por ejemplo, proponemos crear una escuela de vela en un pequeño puerto sin necesidad de enterrar nuestro patrimonio natural». Además, su plan mantiene las tres líneas para ferrys sin alterar demasiado el entorno del Castillo de San Carles y la Torre de Pelaires.
Al finalizar la rueda de prensa, estos valientes miembros subieron a bordo del Alzina para observar desde el mar las áreas que serán transformadas según el plan inicial. Es hora de escuchar otras voces y mirar al futuro con sensatez.