En un cálido encuentro en el Consolat de Mar, la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, se mostró claramente frustrada tras su reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La conversación, que apenas duró 40 minutos, giró en torno a un tema crucial: el futuro ferroviario de Baleares. Pero lo que debería ser un impulso para la comunidad se ha convertido en un verdadero callejón sin salida.
Y es que mientras las negociaciones avanzan a nivel técnico, el Estado insiste en financiar únicamente aquellos proyectos rentables y de larga distancia. Algo que Prohens no dudó en señalar como una total incomprensión hacia las necesidades de una región como la nuestra. «Aquí no tenemos AVE», declaró con desánimo, dejando claro que esas líneas de alta velocidad no son lo que realmente necesitamos.
Sueños de cercanías frente a exigencias estatales
Baleares busca desarrollar conexiones más cercanas y útiles para todos: como la línea a Llucmajor o la conexión Sa Pobla-Alcúdia. Estas iniciativas están diseñadas desde una perspectiva de servicio público, conscientes de que quizás nunca sean rentables. «Difícilmente serán viables», comentó Prohens, subrayando que eso no debería ser un impedimento para avanzar.
A pesar de las dificultades, Prohens destacó algunos avances recientes en esta lucha por mejorar nuestro sistema ferroviario. Su empeño por hacer valer las demandas de Baleares fue evidente al recordar encuentros anteriores con Sánchez donde se notó cierta predisposición estatal para discutir estas inversiones tan necesarias. Sin embargo, queda claro que hay mucho camino por recorrer.
Pese a todo esto, este tercer encuentro entre ambos líderes coincide con otros temas importantes como inmigración y turismo. En momentos así, es vital recordar que las comunidades merecen atención y soluciones reales.