La imagen es impactante y nos deja sin palabras: dos personas disfrutando de un chapuzón en una fuente pública de la calle Nuredunna. Sí, has leído bien. Y aunque pueda parecer una escena cómica, la realidad es que esta situación refleja un preocupante incivismo que está tomando fuerza en nuestra querida Palma.
La Associació de Veïns i Veïnes de Pere Garau no ha dudado en alzar la voz sobre este tema tan candente. En su reciente comunicado, han denunciado cómo las fuentes decorativas de la zona se han convertido en zonas de baño improvisadas, especialmente durante los días calurosos que estamos viviendo. Las imágenes compartidas por usuarios como @adrian_sertash hablan por sí solas y dejan claro que esto no es un caso aislado. Según los residentes, “hay quienes utilizan estas fuentes como si fueran piscinas”. Y ahí es donde entra el problema: esto no solo está prohibido por las normativas municipales, sino que también pone en riesgo la salud pública y daña el mobiliario urbano.
Un llamado a la responsabilidad ciudadana
Desde que se llevó a cabo la remodelación para hacer de esta área un espacio peatonal más agradable, las fuentes deberían ser un atractivo visual y no un foco de problemas. Sin embargo, los vecinos están preocupados porque han visto cómo cada vez más personas optan por refrescarse en ellas a plena luz del día. “Estas instalaciones son puramente decorativas y carecen de condiciones adecuadas para el baño”, subrayan desde la asociación vecinal.
Por todo esto, hacen un urgente llamamiento al Ajuntament de Palma para que tome cartas en el asunto. Proponen aumentar la presencia policial, instalar señales claras recordando que bañarse allí está prohibido y mejorar el mantenimiento para evitar posibles problemas sanitarios derivados del uso indebido de estas infraestructuras. También instan a todos nosotros a practicar el civismo y cuidar nuestros espacios comunes. Al final del día, somos nosotros quienes debemos garantizar una convivencia adecuada para todos los que usamos nuestras calles.