El concejal de Urbanismo, Óscar Fidalgo, ha puesto sobre la mesa un tema que está causando bastante revuelo en nuestra querida Palma. A partir de ahora, el Ajuntament tiene un año para decidir si se desarrollan esas áreas de transición que ya están en marcha gracias a una ley recién aprobada en el Parlament. Como él mismo dice, «hablaremos con todo el mundo» y habrá un debate público antes de tomar cualquier decisión. Pero, ¿es eso suficiente?
Los temores del vecindario
No podemos ignorar la inquietud que esto genera entre los vecinos. En sus propias palabras, Fidalgo es consciente del «gran trabajo» que hay por delante con respecto a los suelos urbanizables y el urbanismo consolidado. La realidad es que esta medida podría llevar a un crecimiento desmedido en barrios donde la comunidad ya siente una gran presión.
Ciertamente, la última reunión entre residentes dejó claro que muchos se sienten atrapados entre rumores e incertidumbres. El concejal intentó calmar los ánimos diciendo que entiende la desazón ante «desinformaciones de partidos políticos», pero también aseguró que está dispuesto a dar explicaciones razonadas sobre lo aprobado.
Parece ser que según los cálculos del PSOE, podríamos estar hablando de un incremento del 153 % en población en algunas áreas; algo escalofriante para quienes ya viven ahí. Por otro lado, Més per Palma advierte que este crecimiento podría ser aún más drástico, con hasta 380.000 nuevos habitantes. Sin embargo, Fidalgo no quiere entrar en detalles y prefiere esperar al pleno para discutirlo.
A pesar de las presiones y demandas claras sobre el futuro urbanístico de estas zonas, Fidalgo afirma haber recibido ninguna presión por parte de propietarios o promotores interesados en esta transformación. «No he hablado con nadie relativo a estas áreas», sentenció sin titubear.