Este jueves, un grupo de policías locales, organizados bajo el sindicato ATAP, se presentó en el pleno del Ajuntament de Palma con un mensaje claro: no queremos que se suprima la unidad nocturna. Con sus peticiones a cuestas y mucha determinación, los agentes hicieron acto de presencia para reivindicar una equiparación real en las condiciones laborales del cuerpo. Aunque no pudieron hablar durante la sesión, sí encontraron un espacio en los pasillos de Cort para dejar claro su descontento.
«Venimos a pedir un plan de ordenación que lleva 22 años dando vueltas y aún no llega», afirmó Javier Pérez, portavoz del sindicato. Las dudas sobre el último borrador son palpables; hay quienes piensan que este solo traerá más problemas. Y es que temen que la nueva organización termine perjudicando la conciliación laboral de muchos compañeros. «Todos somos policías los 365 días del año. No puede haber desigualdades ni económicas ni en cuanto a turnos», añadía con firmeza.
Dudas sobre el futuro y necesidad de seguridad
Los miembros de ATAP también señalaron las marcadas diferencias salariales dentro del cuerpo, reclamando un plan que mejore la situación para todos, sin dejar a nadie atrás. En este sentido, expresaron su preocupación porque el nuevo modelo podría eliminar la unidad nocturna tal como la conocemos hoy en día. La propuesta contempla turnos rotativos que incluirían el horario nocturno. «Creemos que es un error; los ciudadanos de Palma necesitan seguridad por la noche, con agentes formados específicamente para esos momentos», subrayó Pérez.
Aún hay voces críticas dentro del propio cuerpo; no todos los agentes se sienten representados por este plan de ordenación que está pendiente de aprobación por parte de la Mesa con los sindicatos. El alcalde, Jaime Martínez, tenía intención de firmarlo antes del verano, pero ahora mismo las cosas están más complicadas.