La Plaza Patines, un rincón querido por todos nosotros, ha recibido una bocanada de frescura. ¿El motivo? La instalación de cañizo en las pérgolas que, tras numerosas quejas de los vecinos, se hizo realidad. Y es que el área de Infraestructures admitió lo que todos sabíamos: la sombra era escasa y no daba la talla para los días soleados. Así que este miércoles, con herramientas y ganas, comenzaron a hacer cambios.
Un grito vecinal que fue escuchado
La Associació de Veïns de Porta de Santa Margalida no pudo contener su alegría: «Esperamos que esto sea solo el principio de muchas mejoras», exclamaron al ver cómo sus peticiones finalmente daban frutos. Hace poco, eran sobre todo los padres quienes levantaban la voz en defensa del parque infantil. Las cubiertas instaladas por el Ajuntament no estaban cumpliendo su función; ¡la sombra brillaba por su ausencia! Los huecos en las rejillas dejaban pasar más sol del que era soportable.
Y es que la Plaza Patines y el CEIP Aina Moll siempre han sido conocidos por su peculiar microclima. Recuerdo hace dos años cuando las familias organizaron una sombrillada para protestar por la falta de sombras en este espacio público tan utilizado. Y cómo olvidar las historias sobre cómo los juegos infantiles alcanzaban temperaturas infernales bajo el sol ardiente; ¡el tobogán era un verdadero horno!
«Al final, lo mejor para combatir el calor son los árboles», reflexionaba Ángela, una madre del parque mientras observaba a sus hijos jugar. Y razón no le falta; esperemos que esta mejora sea solo el inicio de un cambio mayor hacia un entorno más agradable para todos.