Recientemente, un paseo por los jardines de s’Hort del Rei, uno de esos lugares que todos los que pasamos por Palma queremos mostrar a nuestros visitantes, se ha convertido en una experiencia más bien desalentadora. Imagina encontrarte con un espacio tan emblemático transformado en un mercadillo improvisado donde el Top manta campa a sus anchas. Cada día, miles de turistas, sobre todo aquellos que llegan en crucero, tienen que enfrentarse a una escena preocupante.
La suciedad parece haber hecho su hogar aquí; las camisetas de equipos de fútbol y montones de gorras se amontonan junto a botellas vacías y otros productos que terminan por restarle encanto al lugar. Es triste ver cómo este espacio ha perdido su esencia ante la invasión del comercio ambulante. Y no solo eso, porque si miramos más de cerca, la situación es aún más alarmante.
Suciedad y falta de respeto
Aparte del manto de basura que cubre el suelo debido a las hojas caídas y los charcos acumulados tras cada lluvia, lo realmente indignante es el tratamiento que reciben elementos patrimoniales como las fuentes. Estas han pasado a ser utilizadas como papeleras improvisadas por algunos turistas, mostrando así un incivismo que nos deja sin palabras.
No olvidemos los malos olores que surgen en zonas apartadas, consecuencia directa de la falta de respeto hacia este valioso rincón cultural. ¿Acaso no nos damos cuenta de que estos jardines son una joya dentro del patrimonio palmesano? Nos duele pensar que uno de nuestros principales atractivos turísticos está sufriendo así mientras nosotros miramos para otro lado.
Aunque semanas atrás se realizaron limpiezas tras las denuncias recibidas sobre pintadas contra el turismo, esto no parece suficiente para resolver el problema. Al final del día, lo único cierto es que necesitamos tomar cartas en el asunto antes de perder algo tan querido para nuestra comunidad.